Los 11 errores que has cometido en tus relaciones íntimas

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Nadie te ha enseñado a relacionarte de una manera consciente.

Seguro que has invertido mucho dinero en formarte para encontrar un trabajo y poder ganar dinero, así como para vivir unas vacaciones soñadas o vestir y tener el cuerpo que deseas. Sin embargo, los mayores dramas y satisfacciones de tu vida no vienen por esa parte.

Vienen de las relaciones personales y no estás preparado para ellas. Has aprendido de tus padres, de las películas de Disney, de las comedias románticas y así no va la cosa en la vida real. 

¿Tienes alguno de esos dramas?, o ¿has escuchado a alguna persona que los tenga? Vamos a ver cuáles son a continuación:

Reflexiona ¿Cuánto tiempo y dinero has invertido en tu vida para aprender sobre el arte de relacionarte íntimamente?

Y nos referimos a relaciones íntimas como aquellas que son con nuestros amigos más cercanos o familia. 

Aunque en este artículo hacemos énfasis en la relación de pareja. Inclusive, si actualmente estás soltero/a, si tu búsqueda es afinarte en este arte para cuando aparezca esa persona a quién buscas, aquí podrás encontrar contenido de alto valor. 

Y…Nosotros, Diana y Francisco hemos escrito juntos este POST, y al ver que ya no sabemos quién escribió qué, jajaja ha surgido nuestro seudónimo llamado DIANCISCO, que es la fusión de los dos 😉 esperamos lo disfrutes.

En esta lista tienes 11 errores que seguramente has cometido en tus relaciones. Ser consciente de ellos, es el primer paso para la transformación. 

1. Esperar a que aparezca tu media naranja

problemas de pareja

Si buscas en la otra persona lo que te hace falta… Empezamos mal.

Nos han vendido ese concepto de la media naranja, diciéndonos que se necesita a alguien para ser feliz. Sin embargo,  es muy difícil que eso ocurra.

Sí comienzas una relación desde el vacío interno, lo más probable es que atraigas a alguien con ese mismo vacío que yace en ti. 

Tiene mucho más sentido que hagas tu trabajo de desarrollo personal para sentirte bien contigo y atraer a personas que estén en esa misma vibración.

Ya eres una naranja completa y te invito a buscar otra fruta para vivir una relación desde la abundancia y compartir el estado de bienestar. 

¿Imaginas el jugo que podríais crear juntos?

2. Echarle la culpa al otro

Seguro que alguna vez te has escuchado diciendo la culpa es de mi pareja que no me entiende, no desea crecer, siempre hace lo mismo, etc.  

Siento darte esta noticia: la persona que está contigo, es una proyección de lo que hay dentro de ti. 

Es el maestro que has escogido para tu aprendizaje, y puede ser un maestro del dolor, la frustración o por el contrario del bienestar.

Todo lo que percibes en el otro probablemente es un reflejo de tu propia sombra interna, de aquello que debes aprender, integrar o algo que hace parte de ti, pero tienes reprimido. 

¿Qué hacer?  Toma responsabilidad de tu parte y toma las decisiones que correspondan. Como víctima pierdes poder y no puedes provocar el cambio que quieres en tu vida.

Tú eres responsable de tu vida y creas tu realidad.

3. Intentar que te lean la mente

Yo me pasé años intentando utilizar la telepatía para mandar mensajes de lo que quería, tratando de que la otra persona adivinara cómo quería que me tocará, o las cosas que yo necesitaba. 

¿Y sabes cuál fue el resultado? ¡Nefasto!

El tema de comunicarnos asertivamente no nos ha sido enseñado, es algo que adquirimos espontáneamente y cuando aprendes a decir lo que necesitas, lo que no te gusta, lo que sientes, todo cambia. 

No puedes hacer a los demás responsables de lo que NO COMUNICAS CON CLARIDAD.

Te invito a abrir el espacio para pedir lo que deseas, hablar de tus ilusiones, abrir tu corazón y expresarte con total vulnerabilidad. Ser escuchados, es un regalo de amor propio e incentiva la consecución de una relación con los demás profunda y fluida. Recuerda abrir el espacio para esta conversación y escoger el momento adecuado. 

Y si sigues intentando el juego de LEER LA MENTE, luego me cuentas qué tal te va con eso. 🤯

4. Repetir patrones del pasado

¿Recuerdas cómo era la relación de tus padres en tu infancia? 

¿Cómo eran sus  interacciones?

Ahora quiero que hagas un viaje al pasado y recuerdes tus relaciones desde la adolescencia hasta ahora. ¿Puedes ver alguna conducta o situación que se repita?

La primera relación que vivimos en nuestra vida marca unos patrones inconscientes que si no los trabajamos se van a repetir constantemente en nuestras relaciones actuales. 

Quizás viviste en tu familia un patrón de relación  abusiva, y tu manera de vivirlo es repitiendo el mismo patrón una y otra vez o al contrario viviéndolo de manera diferente.

Si te has pillado alguna vez a diciéndote todos los hombres o todas las mujeres son iguales, es momento de reflexionar si eso es cierto o eres tú quién está atrayendo a este tipo de pareja.

Despierta, identifica, cambia tu manera de actuar y elige mejor. Si haces las cosas de la misma manera, no tendrás resultados diferentes.

Aunque aquello que repites quizás no es negativo, al hacer las cosas de la misma manera te puede quitar la opción de abrirte a nuevas posibilidades y encontrar en tu manera de relacionarte una posibilidad inagotable de aprendizaje. 

5. Poner expectativas y presión

¿Vamos a comprometernos? ¿Tendremos hijos? ¿Cuántas veces a la semana tendremos sexo? ¿Quieres algo serio conmigo? ¿Me vas a presentar a tus papás? ¡Dime la verdad!

Podría confundirse con certeza y claridad, pero veamos, en ocasiones puede venir de las expectativas, los objetivos y el control. 

¿Qué sentiste tú al leer estas frases? 

Quizás has estado en la situación de recibirlas o inclusive emitirlas. 

Cuando era un adolescente tuve varias relaciones, y a todas mis novias les decía que quería que mi primera vez fuera muy especial y romántica. Ellas salían despavoridas, no querían sostener toda esa presión y expectativa. 

Esto es algo que he repetido mucho en mis relaciones, poner muchísimo entusiasmo, ser intenso desde el principio hasta que la otra persona se asusta.

Ahora, encontrando de donde viene mi manera de actuar percibí, que no significa que debo dejar de ser como soy, menos aún si viene de mi esencia. 

Sin embargo, solté la necesidad de exponer a los demás a mis objetivos individuales. 

Ahora se trata de soltar las expectativas, y confiar. 

Tener una pareja

6. Discutir como locos

Tú tienes tus heridas y tu compañero o compañera tiene las suyas. 

Cuando ocurre algo que te activa esa herida de la infancia tu respuesta será la de un niño, exactamente la de ese niño que aprendió que tenía que protegerse de esa situación ya sea huyendo la discusión, reaccionado, congelándose, entre otras opciones.  

Yo, por ejemplo, tengo una herida de NO SER ESCUCHADO y RECIBIR ATENCIÓN y en ocasiones siento que mi pareja no me escucha y eso me activa. 

Y mi herida, activa la de ella, de NO TENER LIBERTAD. Entonces, ambos actuamos desde el niño herido y terminamos como dos niños peleando por un juguete. 

¿Te ha ocurrido anteriormente?

Al final, te has dado cuenta de que todo venía de una tontería y de que tu actitud ha sido más bien inmadura. 

Es normal que esto ocurra y nos pasa a todos. No te digo esto para juzgarte, al revés, busco que reflexiones y traigas consciencia.

Así será más fácil en un futuro enfrentar las situaciones y compartir los desafíos de la relación desde un lugar de madurez y no desde ese niño herido que quiere destrozarlo todo junto.

Discusiones de pareja

7. Desatender la relación

A todos nos ha pasado…

Empiezas con toda la ilusión dedicándole lo mejor de tu vida a esa persona con quien tienes una relación íntima, sin embargo poco a poco, la relación va perdiendo energía.

El tiempo que se dedican es de menor calidad. Todo el día en el trabajo, aguantando el tráfico de regreso a casa, más las tensas relaciones laborales. 

Llegas a casa y te apetece descansar, pero encuentras otra realidad, tu pareja o personas cercanas esperando relacionarse contigo y tú, drenada y agotada. 

Al parecer las prioridades en esta sociedad están muy mal planteadas: trabajar para ganar dinero y comprar cosas que cambien la frustración y el vacío que llevamos dentro. 

Esas horas de trabajo son un tiempo precioso en el que se va nuestra mejor energía.

No te voy a proponer que lo dejes todo y te vayas a vivir a los hippies con tu pareja en una isla desierta. 🏝

Aunque podrías hacerlo si así quisieras 😜 Pero pregúntate ¿Qué cosas puedes cambiar en tus hábitos del día a día que te permiten compartir momentos de mayor calidad con tu pareja o personas cercanas?  

Asegúrate de bloquear el tiempo para crear un espacio de calidad e intimidad. 

La relación es como una plantita en casa que debes regar a diario y cuidar para que siga floreciendo. 

8. Buscar afuera lo que no tienes dentro

¡Un tema candente! La cultura de la infidelidad y la cantidad de separaciones que hay por este tema es abrumador. 

¿Qué está sucediendo? 

El principal problema es que estamos viviendo las relaciones de la manera en la que nos ha enseñado la cultura, la tradición y el reggaetón. 

Más no estamos creando relaciones a nuestra medida. 

Monogamia, poli amor, infidelidad, tríos, swinger, ascetismo, etc. Una gran cantidad de clasificaciones para un tema tan espectacular como es el interactuar con los otros y definir nuestro nivel o tipo de compromiso.

Ahora bien, me arriesgo a dar  mi punto de vista: procura estar bien con tu pareja para decidir juntos, si se hace de manera consciente y con el objetivo de hacer crecer la relación… eso sería perfecto. 

Pero si lo haces desde la escasez, la culpa, la necesidad, la falta de plenitud y el vacío, la sumatoria de esto, no dará el mejor resultado.

En nuestra relación actual hemos decidido que LO MÁS IMPORTANTE ES LA RELACIÓN Y NUESTRA DECISIÓN DE ESTAR JUNTOS. Y si decidimos juntos experimentar afuera de nuestra intimidad, es porque nos nutre y mueve a crecer.

Así que si navegas en infidelidades, engaños, autocensura o frustración, posiblemente te digo no has encontrado tu manera real y auténtica de relacionarte. Para hacerlo, se necesita mucho valor. 

Si decides que hay una parte de la relación que no quieren compartir juntos, está perfecto, ese es uno de los mayores problemas que tenemos en las relaciones que pensamos que esa persona tiene que cubrir todos los huecos.

Sin embargo, eso es difícil, pero si decides abrirlo, que sea una decisión consciente y consensuada y que no venga desde la deshonestidad y desde la falta de integridad, con infidelidades y todas esas cosas que nos llevan con seguridad al drama o a la desconexión de la relación.

9. Intentar cambiar al otro

¡La única persona a la que tú puedes cambiar es a ti mismo!

Seguro que te has visto alguna vez pensando:

  • “Es que él es ideal pero si hiciera más meditación o si bebiera menos alcohol, sería mejor” 
  • “Quisiera que amara bailar y socializar”.
  • “Si cambiara su manera de vestir, sería más fácil”.

Una de las mayores pérdidas de tiempo que ocurren en las relaciones es el intentar cambiar al otro. 

Muchas veces es una distracción para no ir profundo en nosotros mismos y lo que debemos mejorar. 

Lo mejor que puedes hacer es cambiar tú e inspirar a los otros con tu nueva manera de actuar. 

Ya somos todos mayorcitos, obviamente se pueden proponer planes o actividades que nos ayuden a crecer, pero si la otra persona no está interesada en lo que tú sí estás…

Es mejor hacer acuerdos y traer aceptación, o seguir tu camino sin esa persona.

10. Renunciar a tus valores

Una relación es un espacio de negociación y acuerdos para encontrar el punto medio y de fluidez para ambos. Sin embargo hay algunas cosas a las que no puedes renunciar. 

Por ejemplo, si tus valores fundamentales son la honestidad y la integridad y estás con una persona mentirosa siempre vas a tener conflicto, estás condenado.

¿Cuáles son las tres cosas que son innegociables para ti en las relaciones? 

Busca a alguien que tenga unos valores comunes a ello, si no, vas a estar siempre sufriendo. Si ya tienes pareja es importante tener esta conversación con claridad. 

¿Recuerdas que uno de los anteriores errores que fue la FALTA DE COMUNICACIÓN? Ten estás cosas claras para evitarte dolores de cabeza. 

11. Caer en la monotonía

Es usual y masiva esta situación en nuestra sociedad. Si vemos, el ritmo de vida que llevamos generalmente nos lleva a ello. 

Para que una relación funcione tiene que haber rutina, hábitos saludables, y también tiene que haber una dosis de novedad

De hecho las parejas que mejor funcionan y que duran más años es porque invierten en su crecimiento personal, tienen creatividad y transforman sus rutinas. 

Introducen una dosis de novedad en tu relación siempre que puedas, esto hará que la llama siga viva por mucho tiempo. 

¿Qué sería eso nuevo que quisieras introducir hoy en tu vida?

Si te has sentido aludido en alguno de estos errores nos gustaría que dejes un comentario y nos digas cuáles de ellos has cometido en tu vida, y cuáles ya no cometes.

Además te invitamos a visitar esta página y darte de alta en la lista de Relaciones Evolucionantes para recibir contenido que te ayude a transformar la manera en que te relacionas con las personas más importantes de tu vida. 

También te invitamos a unirte a nuestro grupo de Facebook.  Un espacio privado para mujeres y hombres evolucionantes, donde Diana y yo nos unimos para transmitir nuestra pasión liderando espacios de transformación a partir de la sexualidad consciente.

Recuerda, este artículo es una aproximación a múltiples problemáticas buscando traer contenido de alto valor para apoyar tu crecimiento como persona y tus habilidades en el ARTE DE RELACIONARTE. 

¿Quieres seguir ahondando en esta temática? No te pierdas nuestro próximo artículo.

DIANCISCO  😉

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